LAS REFORMAS
RELIGIOSAS
La
transformación en profundidad de la antropología y la cosmología renacentistas
trajo consigo el replanteamiento de las relaciones del hombre con Dios –religación-
en el plano interno y la modificación de las propias instituciones eclesiásticas
en el plano externo. Pero este amplio
movimiento revisionista del modo de entender lo religioso, lo santo, lo
trascendente, estuvo enmarcado por una serie de fuerzas económicas, políticas e
ideológicas, sin las cuales no sería posible comprender la actitud de los
hombres de aquel momento histórico ante la cuestión crucial de Dios.
La
vuelta a los clásicos grecorromanos de los humanistas supuso el retorno a las
fuentes, a la Biblia. Es decir, se
prescindió del ropaje explicativo de la Escolástica para leer directamente los
textos sagrados. Los nuevos
planteamientos ideológicos –subjetivismo, relativismo, espíritu crítico e
interiorización de los sentimientos- abocaron a una espiritualidad más
intimista. La situación político
económica de una Alemania inestable, en la que los príncipes, señores
territoriales y soberanos jurisdiccionales, desafiaban la autoridad del
emperador y se oponían a sus intentos de centralización, ofreció unas condiciones
óptimas para que arraigase el luteranismo, que, aparte de los contenidos
doctrinales reformistas, satisfacía las ambiciones políticas y los intereses
económicos de aquellos príncipes. Y,
finalmente, la piedad popular, tan medrosa y llena de irracionalidad, acusó a judíos,
brujas e iglesia católica de ser los agentes de todos los males (guerras,
pestes, malas cosechas y alza de precios) y preparó el ambiente para una
renovación interior más sincera y en consonancia con el mensaje evangélico y al
margen de la iglesia de Roma, escandalosamente corrompida por las riquezas y la
simonía –venta de cargos eclesiásticos-.
Todas estas circunstancias convirtieron los iniciales acuerdos
doctrinales de Lutero, Calvino y demás reformadores religiosos, en hechos
estelares de inconmensurables consecuencias históricas.
LA REFORMA LUTERANA
Muy
influido por el occanismo, para el que entre Dios y los hombres existía un
abismo insondable, y por el augustinismo, que minimizaba la libertad, Martín
Lutero (1483-1546) construyó a principios del siglo XVI, un sólido edificio
teológico, basado en lo que él consideraba la esencia del Evangelio y en contra
de la tradición eclesiástica. Para el
agustino alemán, partiendo de la premisa de que el Evangelium est promissio, había que anteponer la confianza al temor
y la fe a las obras. Sus 95 tesis
fijadas, en 1517, en la puerta de la iglesia de la Universidad de Wittenberg,
de la que era profesor, iniciaron la ruptura doctrinal con Roma al atacar con
acritud los abusos económicos cometidos en la predicación de las indulgencias. Los dos opúsculos publicados en 1520 –de la cautividad babilónica de la iglesia, en
la que afirmaba la supremacía de la fe, y De
la libertad cristiana, en el que sostenía que la libertad interior del
cristiano nace de una fe libremente hallada-, complementados cinco años después
por el Cautiverio de la voluntad, en
el que formulaba su teoría de la predestinación según la cual Dios otorgaba o
no su gracia a los hombres, independientemente de sus obras, delimitaron los
puntos fundamentales de un novedoso –herético, según Roma- sistema teológico,
que haría reaccionar inmediatamente al papado, excomulgándole en aquel mismo
año de 1520 por la bula Exsurge Domine, y
al emperador, a la sazón Carlos V, condenándole a las penas reservadas a los
herejes por la dieta de Worms de 1521.
Tanto
la excomunión papal como la condenación imperial, cada una por sí con fuerza
suficiente para hundir en el ostracismo más completo a cualquiera sobre el que
recayeran tales fallos, se volvieron ineficaces por una imprevisible alianza de
conveniencias. En efecto, las atrevidas
y profundas reformas de Lutero sirvieron de banderín de enganche a tres fuerzas
sociales y políticas muy desiguales. Los
amenazadores movimientos agrarios de 1525 consideraron las formulaciones
luteranas como la más oportuna de las coberturas ideológicas de sus
reivindicaciones sociales. Por su parte,
la Ritterschaft alemana, desposeída de
sus antiguos derechos y sin el prestigioso cometido social de antaño encontró
en Lutero el apoyo para sus pretensiones políticas. Pero ni los primeros ni la segunda lograron
la aquiescencia del solicitado reformador, porque fueron los príncipes alemanes
los que le atrajeron a su causa. El elemento
innovador del luteranismo –la libertad interior del cristiano-, al no rebasar
la esfera de lo individual, no sólo dejaba incólume la estructura jerárquica y
patriarcal de la sociedad alemana, sino que la reforzaba mucho más al convertir
a los príncipes en soberanos confesionales (soberanía a través de la que se
realizaba el plan divino en la tierra) y supervisores de la iglesia reformada,
cuyo “derecho de visitación” le autorizaba a secularizar sus bienes.
Así
pues, la teología protestante de Lutero, resumida programáticamente por su
amigo Philipp Melanchton (1497-1560) en la confesión de Ausgburgo (1530), no
sólo fue un importantísimo hecho religioso que escindió a la Cristiandad, sino
que tuvo unas incuestionables consecuencias políticas al favorecer directamente
el despotismo de los príncipes alemanes.
A partir de ese momento, la fe de los súbditos dependía de la decisión
de los príncipes (cuius regio, eius religió). De esta manera, el luteranismo contribuyó
decisivamente a la formación del sistema estatista en Alemania contra el
imperio y el papado, y a la estabilización de las monarquías de Gustavo Vasa
(1523-1560) en Suecia y de Christian III Schleswing (1534-1559) en
Dinamarca. Las raíces de lo que más
tarde sería considerado el Estado absoluto de Hegel quedaban sólidamente
enterrados en el suelo alemán.
Bibliografía:
GRUPO
EDITORIAL OCEANO. Historia Universal (Volumen 2), Primera Edición, Editorial Océano.,
Madrid-España, 1997, páginas: 460 a 462.
Actividades:
1.
Con
base en la información del texto realizar un comentario sobre el siguiente
interrogante: ¿Por qué las acciones del papado y del emperador Carlos V, fueron
ineficaces contra Martín Lutero?
2.
Según
el texto: ¿Por qué se afirma que la iglesia romana estaba corrompida?
4.
Fecha
límite para la publicación de sus comentarios y el envío de sus correos: 22 de Marzo/2013.