sábado, 9 de marzo de 2013

Reformas Religiosas


LAS REFORMAS RELIGIOSAS

La transformación en profundidad de la antropología y la cosmología renacentistas trajo consigo el replanteamiento de las relaciones del hombre con Dios –religación- en el plano interno y la modificación de las propias instituciones eclesiásticas en el plano externo.  Pero este amplio movimiento revisionista del modo de entender lo religioso, lo santo, lo trascendente, estuvo enmarcado por una serie de fuerzas económicas, políticas e ideológicas, sin las cuales no sería posible comprender la actitud de los hombres de aquel momento histórico ante la cuestión crucial de Dios. 

La vuelta a los clásicos grecorromanos de los humanistas supuso el retorno a las fuentes, a la Biblia.  Es decir, se prescindió del ropaje explicativo de la Escolástica para leer directamente los textos sagrados.  Los nuevos planteamientos ideológicos –subjetivismo, relativismo, espíritu crítico e interiorización de los sentimientos- abocaron a una espiritualidad más intimista.  La situación político económica de una Alemania inestable, en la que los príncipes, señores territoriales y soberanos jurisdiccionales, desafiaban la autoridad del emperador y se oponían a sus intentos de centralización, ofreció unas condiciones óptimas para que arraigase el luteranismo, que, aparte de los contenidos doctrinales reformistas, satisfacía las ambiciones políticas y los intereses económicos de aquellos príncipes.  Y, finalmente, la piedad popular, tan medrosa y llena de irracionalidad, acusó a judíos, brujas e iglesia católica de ser los agentes de todos los males (guerras, pestes, malas cosechas y alza de precios) y preparó el ambiente para una renovación interior más sincera y en consonancia con el mensaje evangélico y al margen de la iglesia de Roma, escandalosamente corrompida por las riquezas y la simonía –venta de cargos eclesiásticos-.  Todas estas circunstancias convirtieron los iniciales acuerdos doctrinales de Lutero, Calvino y demás reformadores religiosos, en hechos estelares de inconmensurables consecuencias históricas.

LA REFORMA LUTERANA

Muy influido por el occanismo, para el que entre Dios y los hombres existía un abismo insondable, y por el augustinismo, que minimizaba la libertad, Martín Lutero (1483-1546) construyó a principios del siglo XVI, un sólido edificio teológico, basado en lo que él consideraba la esencia del Evangelio y en contra de la tradición eclesiástica.  Para el agustino alemán, partiendo de la premisa de que el Evangelium est promissio, había que anteponer la confianza al temor y la fe a las obras.  Sus 95 tesis fijadas, en 1517, en la puerta de la iglesia de la Universidad de Wittenberg, de la que era profesor, iniciaron la ruptura doctrinal con Roma al atacar con acritud los abusos económicos cometidos en la predicación de las indulgencias.  Los dos opúsculos publicados en 1520 –de la cautividad babilónica de la iglesia, en la que afirmaba la supremacía de la fe, y De la libertad cristiana, en el que sostenía que la libertad interior del cristiano nace de una fe libremente hallada-, complementados cinco años después por el Cautiverio de la voluntad, en el que formulaba su teoría de la predestinación según la cual Dios otorgaba o no su gracia a los hombres, independientemente de sus obras, delimitaron los puntos fundamentales de un novedoso –herético, según Roma- sistema teológico, que haría reaccionar inmediatamente al papado, excomulgándole en aquel mismo año de 1520 por la bula Exsurge Domine, y al emperador, a la sazón Carlos V, condenándole a las penas reservadas a los herejes por la dieta de Worms de 1521.

Tanto la excomunión papal como la condenación imperial, cada una por sí con fuerza suficiente para hundir en el ostracismo más completo a cualquiera sobre el que recayeran tales fallos, se volvieron ineficaces por una imprevisible alianza de conveniencias.  En efecto, las atrevidas y profundas reformas de Lutero sirvieron de banderín de enganche a tres fuerzas sociales y políticas muy desiguales.  Los amenazadores movimientos agrarios de 1525 consideraron las formulaciones luteranas como la más oportuna de las coberturas ideológicas de sus reivindicaciones sociales.  Por su parte, la Ritterschaft alemana, desposeída de sus antiguos derechos y sin el prestigioso cometido social de antaño encontró en Lutero el apoyo para sus pretensiones políticas.  Pero ni los primeros ni la segunda lograron la aquiescencia del solicitado reformador, porque fueron los príncipes alemanes los que le atrajeron a su causa.  El elemento innovador del luteranismo –la libertad interior del cristiano-, al no rebasar la esfera de lo individual, no sólo dejaba incólume la estructura jerárquica y patriarcal de la sociedad alemana, sino que la reforzaba mucho más al convertir a los príncipes en soberanos confesionales (soberanía a través de la que se realizaba el plan divino en la tierra) y supervisores de la iglesia reformada, cuyo “derecho de visitación” le autorizaba a secularizar sus bienes.

Así pues, la teología protestante de Lutero, resumida programáticamente por su amigo Philipp Melanchton (1497-1560) en la confesión de Ausgburgo (1530), no sólo fue un importantísimo hecho religioso que escindió a la Cristiandad, sino que tuvo unas incuestionables consecuencias políticas al favorecer directamente el despotismo de los príncipes alemanes.  A partir de ese momento, la fe de los súbditos dependía de la decisión de los príncipes (cuius regio, eius religió).  De esta manera, el luteranismo contribuyó decisivamente a la formación del sistema estatista en Alemania contra el imperio y el papado, y a la estabilización de las monarquías de Gustavo Vasa (1523-1560) en Suecia y de Christian III Schleswing (1534-1559) en Dinamarca.  Las raíces de lo que más tarde sería considerado el Estado absoluto de Hegel quedaban sólidamente enterrados en el suelo alemán.

Bibliografía:

GRUPO EDITORIAL OCEANO. Historia Universal (Volumen 2), Primera Edición, Editorial Océano., Madrid-España, 1997, páginas: 460 a 462.

Actividades:

1.    Con base en la información del texto realizar un comentario sobre el siguiente interrogante: ¿Por qué las acciones del papado y del emperador Carlos V, fueron ineficaces contra Martín Lutero?
2.    Según el texto: ¿Por qué se afirma que la iglesia romana estaba corrompida?
3.   Las respuestas al interrogante 2 enviarla al correo electrónico solo.informes.ita@gmail.com
4.    Fecha límite para la publicación de sus comentarios y el envío de sus correos: 22 de Marzo/2013.