OCASO DEL SIGLO XIX
EN COLOMBIA
La Constitución de
1886
Ella
enmarcó la legalidad de lo que fueron los primeros noventa años del siglo
XX. Antes que dicha Carta Magna entrara
a regir en el país, el federalismo era casi absoluto: las provincias tenían
gran autonomía legislativa, de comercio y de gobierno; además de ello, como el
país estaba en manos de “gamonales”, un sinnúmero de aquellos personajes
mantenían sus decisiones sin ningún control, haciendo casi imposible una
administración eficaz de todo el territorio nacional. La sociedad nacional era prácticamente
inexistente. Si bien en esa época no
existían unas claras diferencias ideológicas, o unos intereses particulares que
permitieran diferenciar entre liberales y conservadores, si es posible afirmar
que la constitución de 1886 fue una constitución de partido. Rafael Núñez que fuera autor de la
constitución, hizo lo que estuvo a su alcance para consolidar al conservatismo
en el poder, y a él en el poder del conservatismo. Para la elaboración de una carta, en donde
Núñez convocó a representantes de cada provincia; pero que fueron
representantes escogidos por él, y ello garantizó una nula oposición a sus
propuestas.
Consecuencias
La
constitución del 86, entre otras cosas trajo: La centralización del país, el
poder surgía desde Bogotá hacia el resto de Colombia. La religión católica, como elemento de
unificación nacional, lo que redundó en que el clero tuviese el poder sobre la
educación, administrara la documentación sobre los nacimientos, bautizos;
controlara las relaciones familiares y maritales, el matrimonio; la muerte, los
oficios fúnebres. La iglesia, muchas
veces con un aparato administrativo, más eficaz que la del Estado, tenía una
cobertura nacional, y en ocasiones sirvió al poder político conservador. La centralización del poder, y el retorno de
la iglesia católica como doctrina oficial, unido a que las elecciones eran
falseadas para evitar que los liberales se asomaran siquiera un poco a la
administración pública, fueron motivos suficientes para que estallara en 1899
la guerra de los mil días.
La Guerra de los Mil
Días:
El
17 de octubre de 1899, las fuerzas liberales acantonadas en Santander, inician
la guerra. Los liberales contaban con la
simpatía de diversos gobiernos: Ecuador, Venezuela, Nicaragua y Costa Rica. Esperaban armas y financiación de esos
países, además contaban los liberales con un considerable apoyo popular. Los conservadores contaban con el poder del
gobierno, sus armas y su dinero.
La
guerra se extendió por todo el país, exceptuando la Amazonia por su aislamiento
del resto del país, y Antioquia por un pacto inicial entre los liberales de la
región. La victoria parecía estar a
veces del lado conservador y a veces del lado liberal. En varias ocasiones el machete remplazaba a
los pocos fusiles, haciendo la guerra más sangrienta y cruel. Las disparidades en los mandos de ambos lados
enredaban y prolongaban la guerra, de la que sólo sacaban ganancia los
comerciantes extranjeros de armas, y los fabricantes de prótesis
ortopédicas. Las luchas se combinaban
entre guerrillas y ejércitos regulares; y aunque eran más numerosas y populares
las primeras, las decisiones políticas estaban en manos de los generales de los
ejércitos de ambos partidos. Luego de
desangrarse el país durante tres largos años, en 1902, se firman tres tratados
de paz: el de Neerlandia, entre el general Rafael Uribe Uribe, liberal y Juan
Tovar por el gobierno. Y los tratados de
Wisconsin y Chinácota. Quedó el país en
banca rota, y socialmente descompuesto, y al conservatismo le quedaron las
puertas abiertas para gobernar sin oposición hasta 1930.
Bibliografía:
EDITORIAL
VOLUNTAD S.A., Ciencias Sociales Integradas 9, 2ª edición, Bogotá, páginas: 113-114; 1993.
Actividades:
Con
base en la información del texto, responder:
1.
¿Qué
tipo de oposición generaría la constitución de 1886?
2.
¿Quiénes
se opondrían? ¿Por qué?