martes, 4 de diciembre de 2012

Ocaso del siglo XIX en Colombia


OCASO DEL SIGLO XIX EN COLOMBIA

La Constitución de 1886

Ella enmarcó la legalidad de lo que fueron los primeros noventa años del siglo XX.  Antes que dicha Carta Magna entrara a regir en el país, el federalismo era casi absoluto: las provincias tenían gran autonomía legislativa, de comercio y de gobierno; además de ello, como el país estaba en manos de “gamonales”, un sinnúmero de aquellos personajes mantenían sus decisiones sin ningún control, haciendo casi imposible una administración eficaz de todo el territorio nacional.  La sociedad nacional era prácticamente inexistente.  Si bien en esa época no existían unas claras diferencias ideológicas, o unos intereses particulares que permitieran diferenciar entre liberales y conservadores, si es posible afirmar que la constitución de 1886 fue una constitución de partido.  Rafael Núñez que fuera autor de la constitución, hizo lo que estuvo a su alcance para consolidar al conservatismo en el poder, y a él en el poder del conservatismo.  Para la elaboración de una carta, en donde Núñez convocó a representantes de cada provincia; pero que fueron representantes escogidos por él, y ello garantizó una nula oposición a sus propuestas.

Consecuencias

La constitución del 86, entre otras cosas trajo: La centralización del país, el poder surgía desde Bogotá hacia el resto de Colombia.  La religión católica, como elemento de unificación nacional, lo que redundó en que el clero tuviese el poder sobre la educación, administrara la documentación sobre los nacimientos, bautizos; controlara las relaciones familiares y maritales, el matrimonio; la muerte, los oficios fúnebres.  La iglesia, muchas veces con un aparato administrativo, más eficaz que la del Estado, tenía una cobertura nacional, y en ocasiones sirvió al poder político conservador.  La centralización del poder, y el retorno de la iglesia católica como doctrina oficial, unido a que las elecciones eran falseadas para evitar que los liberales se asomaran siquiera un poco a la administración pública, fueron motivos suficientes para que estallara en 1899 la guerra de los mil días.

La Guerra de los Mil Días:

El 17 de octubre de 1899, las fuerzas liberales acantonadas en Santander, inician la guerra.  Los liberales contaban con la simpatía de diversos gobiernos: Ecuador, Venezuela, Nicaragua y Costa Rica.  Esperaban armas y financiación de esos países, además contaban los liberales con un considerable apoyo popular.  Los conservadores contaban con el poder del gobierno, sus armas y su dinero. 

La guerra se extendió por todo el país, exceptuando la Amazonia por su aislamiento del resto del país, y Antioquia por un pacto inicial entre los liberales de la región.  La victoria parecía estar a veces del lado conservador y a veces del lado liberal.  En varias ocasiones el machete remplazaba a los pocos fusiles, haciendo la guerra más sangrienta y cruel.  Las disparidades en los mandos de ambos lados enredaban y prolongaban la guerra, de la que sólo sacaban ganancia los comerciantes extranjeros de armas, y los fabricantes de prótesis ortopédicas.  Las luchas se combinaban entre guerrillas y ejércitos regulares; y aunque eran más numerosas y populares las primeras, las decisiones políticas estaban en manos de los generales de los ejércitos de ambos partidos.  Luego de desangrarse el país durante tres largos años, en 1902, se firman tres tratados de paz: el de Neerlandia, entre el general Rafael Uribe Uribe, liberal y Juan Tovar por el gobierno.  Y los tratados de Wisconsin y Chinácota.  Quedó el país en banca rota, y socialmente descompuesto, y al conservatismo le quedaron las puertas abiertas para gobernar sin oposición hasta 1930.

Bibliografía:

EDITORIAL VOLUNTAD S.A., Ciencias Sociales Integradas 9, 2ª edición, Bogotá,  páginas: 113-114; 1993.

Actividades:

Con base en la información del texto, responder:

1.    ¿Qué tipo de oposición generaría la constitución de 1886?
2.    ¿Quiénes se opondrían?  ¿Por qué?